Breve Reseña Histórica

Breve reseña histórica

 

Los habitantes originales de Chihuahua pertenecían a diferentes grupos indígenas nómadas y semi-nómadas, que a diferencia de los pobladores del sur de la Nueva España, ofrecieron violenta resistencia ante el avance de los europeos.

 

En la zona noroeste, actual municipio de Casas Grandes y Madera, están las zonas arqueológicas de Paquimé y "las 40 Casas" en la cueva del Garabato, consideradas las más importantes del norte de la república.  Existen varias hipótesis sobre la identidad de los pobladores originales de Paquimé; cabe resaltar que casi dos siglos antes esta ciudad fue abandonada por sus habitantes.  El 5 de marzo de 1999, UNESCO declaró a Paquimé "Patrimonio de la Humanidad”.

 

 

Conquista.

 

  • En 1562, el virrey otorgó al expedicionario Francisco de Ibarra el nombramiento de gobernador y capitán general de las tierras y gente, surgiendo así el reino de la Nueva Vizcaya, que comprendía los actuales estados de Chihuahua, Durango, parte de Coahuila y Nuevo México.

 

  • En 1567 Rodrigo de Río de Loza, integrante de la expedición de Ibarra, procedió a poblar la zona conocida desde entonces como de los "conchos".  Fundó la villa de Santa Bárbara, en razón de la plata que encontraron en las sierras de los alrededores. Esta empresa, realmente privada, tuvo varias repercusiones. Una de ellas fue la apertura de la ruta que aún en nuestros días es decisiva, pues une al estado con Durango, Zacatecas y la ciudad de México.

 

  • En 1588 la llegada de los conquistadores se dio por la zona oeste del estado, en la sierra de Chínipas. Por esta vía llegaron españoles en 1601 hasta la ranchería de Cuiteco y Chínipas.

 

  • En 1640, el inusitado auge de las minas de Parral, se refleja en el crecimiento poblacional que para 1683 ya sumaba 6,000 españoles en la región.

 

  • En 1658 el minero español Francisco Molina descubre la primera veta de San Francisco del Oro y en la última década del siglo XVII se descubrieron las de Urique y Cusihuiriachi.

 

 

Colonización.

 

La población autóctona no aceptó pacíficamente el asentamiento de los españoles en su territorio y durante los siglos XVII y XVIII protagonizaron innumerables levantamientos armados, originando la resolución de la Corona de construir resguardos militares (Presidios) en Paso del Norte en 1683, en San Francisco de Conchos en 1685 y el de Janos en 1686.

 

A este proceso de colonización se sumó la participación de los misioneros franciscanos desde 1554, y de los jesuitas desde el siglo XVII, quienes implantaron nuevas formas de organización social y religiosa, a los franciscanos les correspondía atender a los indios conchos y los grupos del desierto de la porción este y los jesuitas se encargaban de tarahumaras, tepehuanes y otros grupos del sur oriente.

                                                                                                                                                                                                                                         

En 1574, la ocupación española de Santa Bárbara ganó fuerza con la creación de un convento franciscano en San Bartolomé (actual Valle de Allende), zona fértil regada por un río que más tarde llevaría el nombre del pueblo. Algunos vecinos de Santa Bárbara recibieron ahí, tierra y agua para sembrar trigo y frutales.

 

Los jesuitas fundaron su primera misión en San Pablo (actual Balleza) en 1611. Su fundador el padre Joan Font llegó a Santa Bárbara en 1604. Hacia 1760, las misiones jesuitas entre los tarahumaras estaban organizadas en dos provincias que comprendían 73 pueblos organizados en grupos.

 

En 1659 los franciscanos fundaron la misión de Nuestra Señora de Guadalupe del Paso del Río del Norte, y en 1660 la de Casas Grandes, con el tiempo las dos ganarían fama por la cantidad y calidad de sus producciones agrícolas. Entre 1660 y 1668 nacieron las misiones de Bachíniva, Namiquipa, Babonoyava y Santa Isabel. En los años de 1674 y 1676 los jesuitas fundaron las misiones de San Bernabé, Carichí, Nonoava, Coyachi y Cerro Prieto y repoblaron las misiones del Papigochi y Chínipas.

 

A finales del siglo XVI, los españoles emprendieron un importante avance hacia el norte, gracias al interés de Juan de Oñate que obtuvo concesión de la Corona para conquistar nuevos territorios. En Santa Bárbara permaneció dos años preparando su expedición que fue financiada por él y otros particulares, y el 30 de abril de 1598 Oñate tomaba posesión de la provincia de Nuevo México, abriendo así un camino que sería muy utilizado en los siguientes siglos en el tráfico a Santa Fe y fundamental para la conformación del espacio que más tarde se conocería como Chihuahua.

 

En 1687 se dio el descubrimiento minero del real de minas de Santa Rosa de Cusihuiriachi.

 

En 1707 sucedió el primer denuncio minero en Santa Eulalia, dando origen en 1709 a la fundación de lo que hoy es la ciudad de Chihuahua, que originalmente se llamó San Francisco de Cuéllar y más tarde San Felipe El Real de Chihuahua, a partir de este hecho el eje espacial de este territorio, el distrito minero de Parral al sur, la misión de Casas Grandes y el presidio de Janos al norte, se "movió" hacia el oriente con el paso obligado por Chihuahua.

 

Hacia la tercera década del siglo XIX, la capital del actual Estado Libre y Soberano de Chihuahua había mejorado su situación, ya tenía imprentas, una Casa de Estudios Superiores y una Casa de Moneda que recibía el metal de los recientes descubrimientos mineros de Guadalupe y Calvo y de Jesús María, además del cobre que se traía de las minas de Santa Rita del Cobre. También, la agricultura y la ganadería habían adquirido cierto incremento, propiciando el asentamiento de gran número de personas. La integración comercial de diversas áreas ocupadas por los españoles en anteriores momentos de la historia, fue la base que más tarde conformaría el estado de Chihuahua.

 

 

Apaches.

 

En la Nueva Vizcaya hubo relativa paz en los años que van de 1700 a 1750, de convivencia más o menos pacífica entre indios y españoles, que fue alterada por la emigración hacia estas tierras de los grupos apaches, habitantes originales de estas praderas. La reuniones de tarahumaras gentiles, o huidos de las misiones, con los apaches recién llegados, constituyeron temida amenaza para los militares españoles, ya que los primeros conocían mucho mejor el terreno.

 

 

Entre 1751 y 1753 los apaches frecuentemente atacaban haciendas cercanas a Chihuahua Capital, a Cusihuiriachi y al presidio de Janos  que se hallaba en plena zona de guerra. Los ataques de los nómadas se intensificaron en las siguientes décadas y se decía, en 1771, que desde 1748 habían muerto cuatro mil personas y que los daños ocasionados ascendían a 12 millones de pesos.

 

España planeó un gigantesco esfuerzo para la expansión de sus dominios quizá hasta la altura del actual San Francisco, California. Para ello era necesario controlar la guerra contra las tribus rebeldes y promover el desarrollo económico, principalmente el de la minería. Como resultado de ello, en 1776 nacía por orden del rey Carlos III la Comandancia General de las Provincias Internas (Nueva Vizcaya, Nuevo México, Coahuila, Texas, las Californias, Sonora y Sinaloa) que tendría su sede en Arizpe; su primer comandante, Teodoro de Croix, llegó a Chihuahua en marzo de 1778 y permaneció ahí hasta septiembre de 1779.

 

La presión militar de los españoles obligó, a algunas partidas apaches, a solicitar la paz en el otoño de 1779 con los mezcaleros encabezados por el jefe Patule. Estos pactos eran vistos con desconfianza por los españoles, pues ya se habían dado casos en que los nómadas sólo los firmaban para poder dedicarse a combatir a los comanches, o para atacar otra región.

En este período de calma, el caballero De Croix fundó una fábrica de textiles que utilizaba la mano de obra de los presos. Otro obraje se abrió en la hacienda de Encinillas, iniciándose así la manufactura de productos textiles a mayor escala.

 

En Chihuahua, la guerra retornó a mediados de 1831, cuando una partida de comanches mató a dos capitanes cerca del río Bravo. Este brote de violencia se originó en la decisión del comandante militar, de suspender las raciones y subsidios a los indios pacificados.

 

El coronel Joaquín Terrazas, jefe de armas locales, logró acorralar al indio Victorio en la batalla de Tres Castillos (14 de octubre de 1880).  A partir de esta derrota apache y muerto su líder, declinaron los ataques.

 

 

Forma de administración política.

 

El 24 de junio de 1767 se clausuran las misiones jesuitas en la Tarahumara, confiscándose los bienes de las misiones y de los naturales de los pueblos de misión, entregándose para su administración a los misioneros franciscanos. Por otra parte, se nombró un comandante inspector de presidios militares en las provincias de Nueva Vizcaya, Nuevo México, Coahuila, Texas y Sonora, quien desde la villa de Chihuahua organizó las compañías presidiales vitalizando el combate contra los indígenas sublevados y estableciendo puestos militares en Coyame, San Carlos (Manuel Benavides), Meoqui y Namiquipa.

 

El 4 de diciembre de 1786, la Nueva Vizcaya se convierte en una de las doce intendencias en que se dividió la Nueva España, situación que modificó su organización política interna. En esta época, se otorga provisionalmente, a la villa de Chihuahua, la categoría de capital de las Provincias Internas.

 

En 1792 el rey de España, Carlos III, dejó las provincias internas de Oriente y Occidente bajo el único mando del general Pedro Nava, gobernador de la Nueva Vizcaya, quien estableció su capital en la villa de Chihuahua. Tal era el estado de cosas al momento del movimiento de Independencia. Por ser la villa de Chihuahua, presidencia del Comandante de las Provincias Internas y por haberse aprehendido (1811) a los caudillos de este movimiento, dentro de su jurisdicción, se trasladaron a la villa para juzgarse por una junta de guerra que los condenó a muerte. Los fusilamientos de Ignacio Allende, Mariano Jiménez, Juan Aldama y Manuel Santamaría se efectuaron el 26 de junio de 1811 y el de don Miguel Hidalgo y Costilla, el 30 de julio de ese mismo año.

 

Una nueva reestructuración política de la Nueva Vizcaya se dio en 1820. El 31 de enero de 1824 el Acta Constitutiva de la Federación crea el Estado Interno del Norte, integrado por las provincias de Nuevo México, Durango y Chihuahua. Chihuahua volvió a modificar su organización política, en esta época Nuevo México se separa finalmente de Chihuahua.  A este problema tuvo que agregarse la ocupación de su territorio por parte de los norteamericanos encabezados por el coronel Alejandro Doniphan (1846), situación que prevaleció hasta después de la firma del Tratado de Guadalupe Hidalgo, por el cual se perdió una faja territorial situada al otro lado del río Bravo.

 

 

Participación en la guerra de Reforma y en la Revolución.

 

El estado de Chihuahua manifestó su adhesión a la guerra de Reforma y el licenciado Benito Juárez, reconocido desde un principio como presidente interino de la república, llegó a territorio chihuahuense (Villa Coronado) el 29 de septiembre de 1864. De ese lugar continuó a Valle de Allende, Hidalgo del Parral, Camargo y Rosales, llegando a la capital del estado el 12 de octubre siguiente, convirtiéndose así la ciudad de Chihuahua en sede de los poderes nacionales, lo que le ocurrió también a Paso del Norte (Ciudad Juárez).

 

La huelga en Ciudad Juárez, de los trabajadores del Ferrocarril Central Mexicano, el 26 de septiembre de 1881, la primera huelga de los mineros en Pinos Altos (municipio de Ocampo) el 21 de enero de 1883 y la segunda en 1897; la rebelión de los tomochitecos en 1892 y, en los principios del siglo XX, los brotes de violencia en las ciudades de Juárez, Casas Grandes y Riva Palacio, derivados de los planteamientos sociales de los hermanos Flores Magón, fueron el preludio del movimiento revolucionario en Chihuahua.

 

El estado respondió a la lucha convocada por Francisco I. Madero en el Plan de San Luis. El 14 de noviembre de 1910, Toribio Ortega se levantó en armas en Cuchillo Parado, municipio de Coyame; el 17 del mismo mes lo hizo Francisco Villa, en el municipio de Riva Palacio y, el 19, Pascual Orozco tomó las armas en San Isidro, municipio de Guerrero. Los dos últimos personajes fueron los principales jefes revolucionarios en el estado, llegando Villa a ser el Comandante en Jefe de la famosa División del Norte y gobernador interino del estado.