A quienes pretenden sabotear la Caravana, les decimos que tenemos la camiseta bien puesta y que vamos a llegar a la Ciudad de México, afirman.
Viernes 26 Enero 2018
Integrantes de la Caravana por la Dignidad Unidos con Valor, afirmaron que nada los podrá detener y llegarán a la Ciudad de México como está previsto, además de aclarar que participan en un acto democrático que no tiene tintes partidistas.
Al participar en un conversatorio con medios de comunicación de la Comarca Lagunera, en el inicio de las actividades del séptimo día de la Caravana, coincidieron en que, independientemente de la agresión que sufrieron en la ciudad de Gómez Palacio, Durango, continuarán la travesía a la capital del país, porque cada quien en su ámbito, reclama soluciones a sus problemas.
“¿Qué si vale la pena?, ¿Qué si tuvimos miedo?, pues por supuesto que tenía miedo, se vivió una situación demasiado estresante, todos estábamos tranquilos, pero por dentro con mucho miedo, muchos estrés y la zozobra de lo que iba a suceder. Las mujeres así… le sacaban filo a los machetes en el piso… pero gracias a Dios salimos adelante”, respondió una de ellas a los cuestionamientos de los periodistas.
Otro de los integrantes de la Caravana afirmó que hacerlo vale la pena: “si ves las cosas y puedes hacer algo al respecto, es el momento de hacerlo, claro que vale la pena tener un mejor país y vamos a seguir hasta donde tope, ya basta de corrupción, ya basta de impunidad, vamos a hacer algo mejor por México”.
Coincidieron además en emitir como mensaje a quienes pretenden sabotear la Caravana: que todos llevan la camiseta bien puesta y que durante la travesía se han convertido en una familia, ahora se ven como hermanos compartiendo la cobija y la comida.
Lorenzo Moreno Pajarito, quien representa a la comunidad indígena de Bacajípare, en el municipio de Urique, Chihuahua, dijo que se sumó a la Caravana ante la necesidad que tiene su comunidad que habita en la zona baja de las Barrancas del Cobre.
“Nosotros hemos luchado bastante años, porque no nos respetan, estamos cansados de pedirles que se nos respete, que se nos consulte a nosotros antes de hacer cada cosa en nuestra región”.
Ricardo Acosta López, quien se integró a la Caravana el pasado miércoles, expresó que como ciudadano busca exigir a la federación la extradición del exgobernador César Duarte y que el secretario de Hacienda José Antonio González Anaya, envíe el dinero que sería destinado para Chihuahua.
A su vez, Melba Puebla se sumó a la marcha porque ya quiere un cambio en su vida, por lo tanto, desea un mejor gobierno que le pueda brindar más oportunidades y un mejor futuro para sus hijas.
Hizo un llamado a la gente que está harta de tanta impunidad y mal manejo del gobierno, “que se una con nosotros, que nos apoye para lograr el objetivo; porque tenemos sed de justicia, no nos van a detener, el propósito está firme de llegar a la Ciudad de México”.
La señora Rosa Emma Cisneros, quien se sumó al movimiento en el municipio de Meoqui, señaló que las personas no entienden el sentido de lo que se vive en esta Caravana, y cada día que pasa, dijo, “me doy cosas cuenta como madre de familia que las personas que estamos en el hogar, a veces no tomamos en cuenta lo qué pasa afuera”.
“Solo se percatan de la problemática cuando en el mercado ya no les alcanza para el gasto y muchos, le quieren dejar a los políticos que hagan todo, cuando es el pueblo el que debe actuar y exigir el adecuado uso de los recursos públicos”, añadió.
Servando González Orozco, del municipio de Guerrero, Chihuahua, descartó que los integrantes de la Caravana sean afiliados a un solo partido político, como se hace suponer, pues en su caso, integra el Consejo de Administración del Frente Democrático Campesino y acudió en representación de este grupo de más de 16 mil socios.
“La gente no se anima a veces por el hecho de que apoyemos a un gobernador panista como Javier Corral, pero el que estemos aquí no quiere decir que seamos del mismo partido, hay gente en la Caravana que de diferentes colores y otros que nos son de ningún color”, aclaró.