Agua de Calidad Fisicoquímica.


El agua es considerada como el disolvente universal, por lo que el agua subterránea al moverse a través del subsuelo, obtiene elementos químicos a su paso, entre los que se pueden encontrar el flúor, el arsénico o el plomo.
 
En el Estado, el suministro de agua a la población se da principalmente por medio de agua subterránea en especial en las grandes poblaciones, y dadas las características geológicas del subsuelo, es común la presencia de este tipo de elementos.
 
Dado que el abastecimiento de agua para uso y consumo humano con calidad adecuada es un derecho humano y es fundamental para prevenir y evitar la transmisión de enfermedades, en las normas oficiales mexicanas se establecen límites para las características microbiológicas, físicas, organolépticas, químicas y radiactivas en el agua, con el fin de prevenir o disminuir los riesgos sanitarios que puedan estar presentes en el vital líquido.
 
Altas concentraciones de flúor, plomo o arsénico, representan riesgos sanitarios a la población, por el desarrollo de diferentes tipos de padecimientos derivados de un consumo crónico de estos elementos.
 
Para prevenir el riesgo sanitario, esta Comisión realiza la vigilancia sistemática y constante de la calidad fisicoquímica del agua, la cual consta del muestreo en fuentes de abastecimiento y redes de distribución de agua, además de la revisión de la calidad del agua suministrada por las plantas purificadores instaladas por la Junta Central de Agua y Saneamiento para el consumo humano en diversas comunidades.
 
En aquellas comunidades en donde por motivos naturales, el agua no se tiene las características fisicoquímicas adecuadas, se implementan las medidas correspondientes para gestionar las medidas de control necesarias, además de comunicar a la población de la necesidad de consumir únicamente agua proveniente de las plantas purificadoras.
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