Realiza la COEPI Audiencia Pública con población rarámuri del asentamiento El Oasis

Piden al Gobierno del Estado dar certeza jurídica a las familias en viviendas y terrenos donde habitan.
El proceso de diálogo con los pueblos originarios del estado de Chihuahua a cargo de la Comisión Estatal para Pueblos Indígenas (COEPI) incluye escuchar en audiencias públicas a los rarámuri que habitan en zonas urbanas, como ocurrió este sábado 4 de febrero en el asentamiento Tarahumara El Oasis, ubicado en la colonia Martín López.
 
El equipo de la COEPI, que encabeza su titular, María Teresa Guerrero Olivares, acompañados por representantes de las secretarías estatales de Salud, Educación y Desarrollo Social, así como del DIF estatal,  Registro Civil y del Instituto Chihuahuense de la Juventud, se reunieron con los indígenas residentes en ese lugar, para platicar con ellos y conocer de viva voz cuáles son sus problemas y necesidades.
 
En cinco grupos de trabajo, mujeres y hombres platicaron sobre cuál es su problemática en salud, educación, vivienda, cultura y organización comunitaria. Así como un grupo de niñas y niños quien también presentaron su reflexión
 
Además de tener un problema de división interna que así reconocen, en esa comunidad indígena acusan que viven hacinados, amontonados en casas que habitan pero que no saben de quién son.
 
Como solución, han pedido que el gobierno estatal actualice los contratos de comodato firmados con la comunidad, lo cual les dará certeza a las familias en la posesión de viviendas y terrenos donde están construidas.
 
Asimismo, requieren apoyo con materiales para mejoramiento de sus casas en mal estado, sobre todo las ubicadas en la calle 24 de febrero, pues señalan que sufren robos y falta de servicios.
 
Afirman que hay despojo de vivienda dentro y fuera del asentamiento y se excluye de apoyos a los rarámuri que viven fuera del perímetro de El Oasis. Para corregir esa situación, piden diálogo con sus autoridades tradicionales y lograr que se les tome en cuenta en programas de apoyo.
 
Solicitan a las autoridades seguridad pública y servicios básicos como luz eléctrica, agua potable y drenaje, así como construir una barda perimetral en la calle 24 de febrero.
 
La plenaria para exponer problemas, necesidades y sus soluciones posibles se realizó en español y en rarámuri.
 
En salud, la comunidad indígena de El Oasis tiene graves problemas con el alcoholismo de adultos hombres y mujeres. Hay jóvenes y niños que se embriagan con alcohol y cerveza. El problema es igualmente grave en drogadicción. Niños y jóvenes de entre 15 y 20 años se congregan en calles cercanas al asentamiento para inhalar solventes.
 
“Es una tristeza verlos drogándose”, dijo una mujer participante en la mesa de salud. El grupo, integrado por 8 mujeres, apuntaron como solución que las autoridades del Gobierno del Estado definan un programa de atención integral que incluya talleres de oficios, entre otros de carpintería, para apoyar a los jóvenes, aplicar un programa que oriente a los padres de familia para aconsejar a sus hijos pequeños y preventivamente, alejarlos de los vicios que aquejan a la comunidad.
 
También solicitaron, ofrecer apoyo a las mujeres jóvenes en orientación sexual y reproductiva, de modo que no dejen de estudiar pues se casan muy jóvenes a los 13 o 14 años de edad.
 
En esta plática con la COEPI y los representantes de las secretarías, estuvo presente María Juana Dolores Moreno Zaragoza, siríame (gobernadora rarámuri) del asentamiento El Oasis.
 
El plan de trabajo de la COEPI y de las secretarías del gobierno estatal se presentará el próximo sábado 18 de febrero.
 
“Nosotros queremos trabajar con toda la comunidad, pero ya con sus representantes: tres gobernadores, tres capitanes y tres mayorales”, dijo la titular de la COEPI María Teresa Guerrero. “Entonces ustedes tienen que sentarse y acordar eso; platicar y nombrar a sus gobernadores”, añadió Guerrero Olivares, convocando a la unidad de los rarámuri de El Oasis.
 
Por su parte, la comunidad indígena de El Oasis acordó reunirse el próximo 13 de febrero para completar su sistema de gobierno tradicional y así, avanzar en resolver su problema interno de gobernanza.