Destacan en aprovechamiento academico hijos de familias jornaleras agrícolas migrantes

“Cuando sea grande quiero ser abogada y ayudar a la gente”, expresó Catalina Maldonado López, de 12 años y de origen mixteco, al recibir un reconocimiento por parte del Centro de Atención Integral para Niños y Niñas Indígenas Migrantes (CAINMI), en el municipio de Ascensión. La menor obtuvo esta distinción por haber participado en el Décimo Séptimo Concurso Nacional de Narraciones Indígenas y Migrantes.

Catalina, cuya familia es nativa del estado de Oaxaca, presentó en la ceremonia de graduación, en la que concluyó sus estudios de Primaria, un video en donde narra en su lengua materna, su vida personal  y familiar, al venir a Chihuahua con sus padres, quienes buscaron mejores oportunidades de trabajo, laborando en la recolección de frutos y hortalizas en esta temporada.

El CAINMI de Ascensión forma parte de los centros de trabajo a cargo del Programa de Atención a la Niñez Migrante, que depende de la Dirección de Gestión e Innovación de los Servicios Educativos del Estado de Chihuahua, (SEECH), en donde se ofrece atención educativa a hijas e hijos de familias migrantes, campesinas e indígenas.

En este Ciclo Escolar Agrícola 2016, fueron atendidos en dicho plantel un total de 260 estudiantes de Preescolar, Primaria y Secundaria, de los cuales 26 menores concluyeron sus estudios y se graduaron en los tres distintos niveles, en una ceremonia efectuada el pasado viernes.

Participante en el Concurso de Narraciones Indígenas y Migrantes, en el cual compitió con el seudónimo de “Guerrero”, Catalina es la novena de once hermanos y hermanas, nació en el municipio de Ascensión,  lugar que la ha visto correr y alcanzar sus logros educativos.

Se considera una niña normal y alegre, con muchas ganas de salir adelante en la vida. En el albergue comparte sus juegos y convive sobre todo con un grupo de seis amigas y con sus padres, la señora Margarita López Antonia y el señor Bartolo Maldonado Vázquez.

Su familia está asentada desde hace algunos años en el mencionado municipio, en donde la principal actividad de su papá y algunos de sus hermanos mayores, es trabajar en huertos de frutos y hortalizas.

Catalina habla dos idiomas; el mixteco, su lengua materna y español, además es una alumna que se destacó en el CAINMI en varias asignaturas educativas, entre las cuales su favorita son las  Matemáticas.

Otro de los alumnos que destacó en el ciclo escolar agrícola que acaba de concluir, es el niño Ricardo Ruiz Gallegos, oriundo de Chihuahua, tiene 13 años de edad y de grande, según dijo, desea ser militar.

A pesar de que ingresó al CAINMI sin saber leer ni escribir, Ricardo aplicó su todo su esfuerzo y disposición para estudiar con ahínco todas las materias que sus maestros y maestras le han impartido hasta ahora y esto dio como resultado que haya terminado sus estudios de Primaria con un excelente promedio académico, motivo por lo cual recibió medalla y reconocimiento.

Ricardo se siente muy agradecido con sus docentes por haberlo impulsarlo a seguir sus metas escolares, así el apoyo dado a sus  hermanos,  quienes entraron a este centro de estudios en las mismas condiciones académicas.

Con una sonrisa amplia de satisfacción, el menor dijo ser fanático del fútbol y tiene entre sus equipos favoritos a los Pumas de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Dice que sus padres, Pascual Ruiz Valenzuela y Francisca Gallegos Domínguez, lo han apoyado siempre en sus metas y estudios y ahora seguirá cursando la secundaria el año próximo aquí en Chihuahua.

Para las autoridades educativas del estado, los niños y niñas de familias jornaleras agrícolas migrantes, son uno de los grupos más vulnerables que requiere de especial atención y apoyos de políticas públicas educativas enfocadas especialmente a ellos, como parte de los esfuerzos que se hacen para enfrentar problemas de rezago educativo

En este Ciclo Escolar Agrícola en el estado de Chihuahua, se dio atención a menores de este segmento de población “flotante, a través del Programa para la Atención a la Niñez Migrante, por parte de 34 docentes, en 26 Centros de Trabajo en la entidad, en donde fue ofrecida atención educativa a unos mil 400 estudiantes, hijas e hijos de jornaleros agrícolas.