Miércoles 24 Mayo 2017
Juan Daniel Olmo ya no quiso continuar con la secundaria, porque en la primaria sus compañeros se burlaban todo el tiempo de él, debido a que padece parálisis cerebral. Después de la muerte de su madre por problemas cardíacos, su papá lo convenció para que al igual que él, concluyera ese nivel en el Instituto Chihuahuense de Educación para los Adultos (ICHEA), estudios que terminó con promedio de 8.9 en el Centro Comunitario La Montada en Ciudad Juárez.
Juan Daniel tiene 18 años y es originario de esa frontera. Estudió la primaria en el sistema escolarizado; sin embargo, debido a las burlas de sus compañeros que constantemente le decían que no tenía la capacidad para aprender, ya no quiso estudiar la secundaria, hasta que su papá lo convenció de hacerlo en el ICHEA, institución en la que él mismo realizó sus estudios básicos. Lo quehizo decidirse al joven a inscribirse, fue la insistencia de su progenitor, quien le aseguró que en el grupo de estudios de La Montada, nadie se burlaría de él y lo apoyarían en todo.
Hace algunos meses se inscribió y luego de acudir al círculo de estudio del ICHEA, presentó ahí mismo los exámenes correspondientes y los acreditó con un promedio de 8.9, por lo que el pasado 8 de abril recibió su certificado oficial, lo que le permitirá continuar con su sueño de estudiar el bachillerato y posteriormente una ingeniería en informática.
Mario Eberto Javalera Lino, director general del ICHEA, mencionó que los cientos de asesores educativos solidarios que atienden los círculos de estudio, con que cuenta esa institución en todo el estado, son plenamente conscientes de que cada persona que se acerca a la institución, tiene necesidades particulares, ya sean económicas, afectivas, físicas, etcétera, por lo que parte de la filosofía institucional, es que es ICHEA debe adaptarse a las necesidades de los usuarios y no al revés, como sucede con el resto de las dependencias.
“Nuestros asesores son voluntarios y eso los hace sensibles a las necesidades de las personas a las que decidieron apoyar en sus estudios, por lo que no es raro que un asesor acuda a las propias casas de sus alumnos que no pueden asistir a estudiar en grupo, además de que se adaptan a los días y horas en que sus alumnos pueden asistir a estudiar y a presentar sus exámenes”, comentó el funcionario.
Por su parte, Juan Daniel invitó a las personas jóvenes y adultas que no tienen la primaria o la secundaria terminada, para que retomen sus estudios. “No importa que uno tenga limitaciones, no importa lo que la gente diga, uno puede seguir con sus metas”, concluyó.
Juan Daniel tiene 18 años y es originario de esa frontera. Estudió la primaria en el sistema escolarizado; sin embargo, debido a las burlas de sus compañeros que constantemente le decían que no tenía la capacidad para aprender, ya no quiso estudiar la secundaria, hasta que su papá lo convenció de hacerlo en el ICHEA, institución en la que él mismo realizó sus estudios básicos. Lo quehizo decidirse al joven a inscribirse, fue la insistencia de su progenitor, quien le aseguró que en el grupo de estudios de La Montada, nadie se burlaría de él y lo apoyarían en todo.
Hace algunos meses se inscribió y luego de acudir al círculo de estudio del ICHEA, presentó ahí mismo los exámenes correspondientes y los acreditó con un promedio de 8.9, por lo que el pasado 8 de abril recibió su certificado oficial, lo que le permitirá continuar con su sueño de estudiar el bachillerato y posteriormente una ingeniería en informática.
Mario Eberto Javalera Lino, director general del ICHEA, mencionó que los cientos de asesores educativos solidarios que atienden los círculos de estudio, con que cuenta esa institución en todo el estado, son plenamente conscientes de que cada persona que se acerca a la institución, tiene necesidades particulares, ya sean económicas, afectivas, físicas, etcétera, por lo que parte de la filosofía institucional, es que es ICHEA debe adaptarse a las necesidades de los usuarios y no al revés, como sucede con el resto de las dependencias.
“Nuestros asesores son voluntarios y eso los hace sensibles a las necesidades de las personas a las que decidieron apoyar en sus estudios, por lo que no es raro que un asesor acuda a las propias casas de sus alumnos que no pueden asistir a estudiar en grupo, además de que se adaptan a los días y horas en que sus alumnos pueden asistir a estudiar y a presentar sus exámenes”, comentó el funcionario.
Por su parte, Juan Daniel invitó a las personas jóvenes y adultas que no tienen la primaria o la secundaria terminada, para que retomen sus estudios. “No importa que uno tenga limitaciones, no importa lo que la gente diga, uno puede seguir con sus metas”, concluyó.