Son lejanía, dispersión y violencia, factores de mortandad y desnutrición en pueblos originarios en Chihuahua: Víctor Quintana.
Viernes 21 Julio 2017
Para contrarrestar la mortandad materno-infantil y la desnutrición en la región de la Sierra Tarahumara, la Secretaría de Desarrollo Social del Estado, ha previsto iniciar una campaña, para llevar en helicóptero, brigadas de médicos y enfermeras, que atiendan a los habitantes de los asentamientos más remotos, informó el titular de la dependencia, Víctor Quintana Silveyra.
Señaló, que en con esta finalidad, se aprovechará además, el apoyo de los promotores comunitarios con que cuentan el Consejo Nacional de Fomento Educativo (Conafe) y la Comisión Estatal para los Pueblos Indígenas (Coepi), para que funjan como monitores de las situaciones extremas.
De forma paralela a su función educativa, este personal se convertirá también en promotor de la salud, encargado de entregar alimentos de emergencia y de dar aviso para que los casos más graves de embarazos o partos riesgosos, puedan ser trasladados vía aérea.
Respecto a las zonas urbanas, dio a conocer que se trabajará en una campaña de información y prevención de la violencia, ejercida contra las embarazadas adolescentes, toda vez que es la principal causa de muerte para ellas y sus bebés.
Explicó que los primeros lugares nacionales que ha ocupado Chihuahua por índices de mortandad materno–infantil, se deben principalmente a la dificultad de acceso que representa lo disperso y lejano de muchas comunidades o asentamientos indígenas en la Sierra Tarahumara, por parte de médicos, parteras y nutriólogos, para atender a las madres y recién nacidos, mientras que el caso del embarazo adolescente que se da en las etnias, eleva las cifras considerablemente.
Además, dijo, propiciadas por el cambio climático, las sequías son cada vez más frecuentes, al igual que el desplazamiento de los pobladores, que dejan sus tierras de cultivo, forzados por el crimen organizado, condiciones que han exacerbado la desnutrición en los habitantes de estos pueblos.
Por tal motivo, destacó que la Comisión Interinstitucional de Desarrollo Social, integrada por la Secretaría de Salud y la Secretaría de Educación y Deporte, así como por el Instituto Chihuahuense de las Mujeres (Ichmujeres) y la Coepi, ha tomado acciones para revertir esta situación.
En cuanto a los orígenes de las estadísticas en las ciudades, Víctor Quintana señaló que parten de la violencia ejercida en contra de las mujeres o de sus bebés, durante el embarazo.
“Indudablemente, si no se administra justicia, si no se opera con justicia, sobre todo con los pueblos indígenas de la Sierra, brindándoles mejores condiciones de vida, la desnutrición va a seguir haciendo presa de ellos”, alertó.
Señaló, que en con esta finalidad, se aprovechará además, el apoyo de los promotores comunitarios con que cuentan el Consejo Nacional de Fomento Educativo (Conafe) y la Comisión Estatal para los Pueblos Indígenas (Coepi), para que funjan como monitores de las situaciones extremas.
De forma paralela a su función educativa, este personal se convertirá también en promotor de la salud, encargado de entregar alimentos de emergencia y de dar aviso para que los casos más graves de embarazos o partos riesgosos, puedan ser trasladados vía aérea.
Respecto a las zonas urbanas, dio a conocer que se trabajará en una campaña de información y prevención de la violencia, ejercida contra las embarazadas adolescentes, toda vez que es la principal causa de muerte para ellas y sus bebés.
Explicó que los primeros lugares nacionales que ha ocupado Chihuahua por índices de mortandad materno–infantil, se deben principalmente a la dificultad de acceso que representa lo disperso y lejano de muchas comunidades o asentamientos indígenas en la Sierra Tarahumara, por parte de médicos, parteras y nutriólogos, para atender a las madres y recién nacidos, mientras que el caso del embarazo adolescente que se da en las etnias, eleva las cifras considerablemente.
Además, dijo, propiciadas por el cambio climático, las sequías son cada vez más frecuentes, al igual que el desplazamiento de los pobladores, que dejan sus tierras de cultivo, forzados por el crimen organizado, condiciones que han exacerbado la desnutrición en los habitantes de estos pueblos.
Por tal motivo, destacó que la Comisión Interinstitucional de Desarrollo Social, integrada por la Secretaría de Salud y la Secretaría de Educación y Deporte, así como por el Instituto Chihuahuense de las Mujeres (Ichmujeres) y la Coepi, ha tomado acciones para revertir esta situación.
En cuanto a los orígenes de las estadísticas en las ciudades, Víctor Quintana señaló que parten de la violencia ejercida en contra de las mujeres o de sus bebés, durante el embarazo.
“Indudablemente, si no se administra justicia, si no se opera con justicia, sobre todo con los pueblos indígenas de la Sierra, brindándoles mejores condiciones de vida, la desnutrición va a seguir haciendo presa de ellos”, alertó.