Sábado 03 Junio 2017
Decidido a superarse en su país, Samuel Moreno Castañeda, un emigrante repatriado, tomó la decisión de estudiar y terminar la secundaria para conseguir empleo en su tierra natal, Puerto Palomas, municipio Ascensión, en el noroeste del estado de Chihuahua.
Con 26 años de edad, Samuel, ha vivido una historia de pobreza, retos, miedos y necesidades en su familia, que le hizo dejar la escuela primaria. A los 14 años ya era un migrante en busca de oportunidades en los estados fronterizos de Nuevo México y Texas.
La necesidad y la falta de oportunidades lo hicieron que se juntara con grupos de migrantes en busca de oportunidades, pero también convivió con algunos que, más allá, de la necesidad de trabajo y supervivencia, tenían actividades delincuenciales.
En una de sus incursiones para trabajar en Nuevo México, fue detenido por las autoridades e internado en una cárcel federal, en donde decidió cambiar su vida y aprovechó la oportunidad de estudiar y terminar la primaria con el Modelo de Educación para la Vida y el Trabajo (MEVyT) apoyado por asesores mexicanos en la prisión, mientras trabajaba en el aseo del centro de reclusión para sostenerse.
En marzo del 2017 Samuel fue deportado por el estado de Coahuila, y en su viaje al Oeste, hacia Puerto Palomas, decidió permanecer en la ciudad de Chihuahua en donde vive una hermana, siendo asistido por un amigo, quien lo aceptó en su casa.
Estos dos meses que ha permanecido en la capital del estado, se ha sostenido trabajando en la obra como ayudante de construcción, siempre recordando a sus 2 hijos a los que quiere volver a ver.
Pero lo destacado es que, a pesar de los problemas que enfrenta (el día de la entrevista había terminado su contrato y estaba desempleado respondiendo el último examen de secundaria), Samuel, se acercó al Instituto Chihuahuense de Educación para los Adultos (ICHEA) y ahora está decidido a concluir la secundaria:
“Me atendieron y apoyaron en el ICHEA; hasta fueron a mi casa para presentar mi examen pues no tengo para el camión, por eso no puedo fallarles y voy a acabar la secundaria”, dice mientras sostiene el lápiz y el cuadernillo de respuestas de manera tímida.
Samuel muestra un tatuaje que se hizo en honor y recuerdo al nacimiento de su hijo, y ratifica que hará lo posible por seguir superándose en lo educativo y laboral: “quiero regresar y vivir cerca de Palomas, pero a los Estados Unidos ya no regreso. Lo único que me dará más oportunidades porque no hay empleos, es estudiar…”
INMIGRANTES Y SUS SUEÑOS PERDIDOS EN EL DESIERTO
Como Samuel, miles de inmigrantes enfrentan retos por salir adelante, pues al alejarse de sus raíces es por la única razón de la necesidad de encontrar en otra parte lo que no tienen en su comunidad: empleo, estudios, familia, etc.
Samuel conoció la realidad en la experiencia, sin tener que saber de estadística: en su búsqueda y viajes por llegar a los Estados Unidos a través de los difíciles desiertos de Nuevo México y Arizona, y a pesar de que los arrestos han bajado, se ha elevado el número de muertos.
Para apoyar a quienes han cruzado a territorio norteamericano o aquellos que son repatriados y permanecen en las ciudades mexicanas fronterizas, el Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA) aplica la estrategia “Educación sin Fronteras”.
Este programa ofrece a los compatriotas repatriados a México espacios para fortalecer la enseñanza del idioma español a través de una red de 2 mil 600 plazas comunitarias o centros de atención a jóvenes y adultos, explica Eberto Javalera, director general del ICHEA.
“A nivel nacional hay 120 municipios prioritarios y ventanillas educativas para generar la certificación de competencias laborales, así como el manejo del idioma inglés en ambientes laborales, y en Chihuahua, por ser frontera, estamos apoyando en Ciudad Juárez, además de los servicios de educación básica abierta”, comenta.
La historia y decisión de Samuel es de reconocer, pues a pesar de todo lo que enfrenta, tiene el valor de estudiar, mientras busca trabajo para comer- añadió el funcionario-.
De acuerdo con datos de la Patrulla Fronteriza en Douglas, Arizona, en el mes de junio, por ser el más caliente, es la temporada que más muertes y rescates de inmigrantes contabiliza esta agencia de seguridad norteamericana.
No podemos evitar la decisión y el esfuerzo de mexicanos de todo el país que buscan cruzar a los Estados Unidos, pero como una dependencia de gobierno con tareas educativas, nuestra obligación y vocación es atender a migrantes repatriados o a quienes se encuentran en las ciudades fronterizas esperando cruzar, añade Javalera Lino.
Samuel cruzó varias veces a Texas y Nuevo México. Tuvo caídas y problemas. Por suerte no fue uno de los muchos que fallecen en el intento o que no dejan rastro de quiénes son ni de dónde vienen.
“Ya tendré el lunes una chamba en la obra, pero voy a conseguir con mis estudios algo mejor… Me iré para Palomas y trabajaré mucho, pero ya no regreso a los Estados Unidos….” finaliza el estudiante del ICHEA, mientras sostiene su último examen en la escuela “Profr. Jesús Salvador Almanza”, de la colonia Jardines del Sol en la ciudad de Chihuahua.
Con 26 años de edad, Samuel, ha vivido una historia de pobreza, retos, miedos y necesidades en su familia, que le hizo dejar la escuela primaria. A los 14 años ya era un migrante en busca de oportunidades en los estados fronterizos de Nuevo México y Texas.
La necesidad y la falta de oportunidades lo hicieron que se juntara con grupos de migrantes en busca de oportunidades, pero también convivió con algunos que, más allá, de la necesidad de trabajo y supervivencia, tenían actividades delincuenciales.
En una de sus incursiones para trabajar en Nuevo México, fue detenido por las autoridades e internado en una cárcel federal, en donde decidió cambiar su vida y aprovechó la oportunidad de estudiar y terminar la primaria con el Modelo de Educación para la Vida y el Trabajo (MEVyT) apoyado por asesores mexicanos en la prisión, mientras trabajaba en el aseo del centro de reclusión para sostenerse.
En marzo del 2017 Samuel fue deportado por el estado de Coahuila, y en su viaje al Oeste, hacia Puerto Palomas, decidió permanecer en la ciudad de Chihuahua en donde vive una hermana, siendo asistido por un amigo, quien lo aceptó en su casa.
Estos dos meses que ha permanecido en la capital del estado, se ha sostenido trabajando en la obra como ayudante de construcción, siempre recordando a sus 2 hijos a los que quiere volver a ver.
Pero lo destacado es que, a pesar de los problemas que enfrenta (el día de la entrevista había terminado su contrato y estaba desempleado respondiendo el último examen de secundaria), Samuel, se acercó al Instituto Chihuahuense de Educación para los Adultos (ICHEA) y ahora está decidido a concluir la secundaria:
“Me atendieron y apoyaron en el ICHEA; hasta fueron a mi casa para presentar mi examen pues no tengo para el camión, por eso no puedo fallarles y voy a acabar la secundaria”, dice mientras sostiene el lápiz y el cuadernillo de respuestas de manera tímida.
Samuel muestra un tatuaje que se hizo en honor y recuerdo al nacimiento de su hijo, y ratifica que hará lo posible por seguir superándose en lo educativo y laboral: “quiero regresar y vivir cerca de Palomas, pero a los Estados Unidos ya no regreso. Lo único que me dará más oportunidades porque no hay empleos, es estudiar…”
INMIGRANTES Y SUS SUEÑOS PERDIDOS EN EL DESIERTO
Como Samuel, miles de inmigrantes enfrentan retos por salir adelante, pues al alejarse de sus raíces es por la única razón de la necesidad de encontrar en otra parte lo que no tienen en su comunidad: empleo, estudios, familia, etc.
Samuel conoció la realidad en la experiencia, sin tener que saber de estadística: en su búsqueda y viajes por llegar a los Estados Unidos a través de los difíciles desiertos de Nuevo México y Arizona, y a pesar de que los arrestos han bajado, se ha elevado el número de muertos.
Para apoyar a quienes han cruzado a territorio norteamericano o aquellos que son repatriados y permanecen en las ciudades mexicanas fronterizas, el Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA) aplica la estrategia “Educación sin Fronteras”.
Este programa ofrece a los compatriotas repatriados a México espacios para fortalecer la enseñanza del idioma español a través de una red de 2 mil 600 plazas comunitarias o centros de atención a jóvenes y adultos, explica Eberto Javalera, director general del ICHEA.
“A nivel nacional hay 120 municipios prioritarios y ventanillas educativas para generar la certificación de competencias laborales, así como el manejo del idioma inglés en ambientes laborales, y en Chihuahua, por ser frontera, estamos apoyando en Ciudad Juárez, además de los servicios de educación básica abierta”, comenta.
La historia y decisión de Samuel es de reconocer, pues a pesar de todo lo que enfrenta, tiene el valor de estudiar, mientras busca trabajo para comer- añadió el funcionario-.
De acuerdo con datos de la Patrulla Fronteriza en Douglas, Arizona, en el mes de junio, por ser el más caliente, es la temporada que más muertes y rescates de inmigrantes contabiliza esta agencia de seguridad norteamericana.
No podemos evitar la decisión y el esfuerzo de mexicanos de todo el país que buscan cruzar a los Estados Unidos, pero como una dependencia de gobierno con tareas educativas, nuestra obligación y vocación es atender a migrantes repatriados o a quienes se encuentran en las ciudades fronterizas esperando cruzar, añade Javalera Lino.
Samuel cruzó varias veces a Texas y Nuevo México. Tuvo caídas y problemas. Por suerte no fue uno de los muchos que fallecen en el intento o que no dejan rastro de quiénes son ni de dónde vienen.
“Ya tendré el lunes una chamba en la obra, pero voy a conseguir con mis estudios algo mejor… Me iré para Palomas y trabajaré mucho, pero ya no regreso a los Estados Unidos….” finaliza el estudiante del ICHEA, mientras sostiene su último examen en la escuela “Profr. Jesús Salvador Almanza”, de la colonia Jardines del Sol en la ciudad de Chihuahua.